#TengoCalle en PODCAST por Eduardo Mérica para DIARIO URUGUAY.

Es Diciembre y el sol se esconde detrás de los cerros aunque en la noche anterior sobre Minas de Corrales para acortar el tedioso viaje, miento si recuerdo haber escuchado alguna voz casi en el medio del campo. Creo que no. Es ahí donde empiezo a narrar en mi mente, casi como una declaración jurada, las peripecias de una vida agitada que habrá tenido la gente de este lugar... A oscuras y sentado dentro de mi camioneta siento que el viaje se vuelve entretenido con la historia que empiezo a contar -recién llegado- porque el silencio era total y la curiosidad por ver el final del camino hizo que siguiera con especial atención todos los movimientos, al menos, para demostrarme que no estaba solo.



Todos los 9 de noviembre se celebra la promulgación de la ley que elevó a la categoría de pueblo a lo que hoy es la Villa de Minas de Corrales.

Según registros históricos, ya desde 1820, se utilizaban métodos manuales para extraer oro en la zona, cuando se cateaban arroyos y hasta se cavaban trincheras a fuerza de lomo.  

Noviembre resulta un momento especialísimo por la construcción de la primer represa hidroeléctrica en América del Sur cuyos orígenes se remontan a 1867. Contemplar los vestigios de la Represa de Cuñapirú es un viaje en el tiempo...





El proceso fundacional de Rivera se caracterizó por ser lento y dificultoso debido a su ubicación en una zona agreste y alejada, y además caracterizada por la presencia de indígenas, y el paso de contrabandistas. La zona elegida para el establecimiento de los primeros pobladores rurales fue la zona de Puntas del Cuñapirú, en las cercanías de Santana do Livramento, que había sido fundada el 30 de julio de 1823 como «Nossa Senhora do Livramento». Desde principios de la segunda mitad del siglo XIX, existía ya la preocupación y el interés tanto de los lugareños como de los legisladores, de crear en la región un pueblo del lado uruguayo que permitiera consolidar la frontera con Brasil.

El 1 de octubre de 1884 fue creado el departamento de Rivera, que se segregó del de Tacuarembó, con los límites que actualmente posee. En tanto la villa de Rivera se convirtió en la capital del nuevo departamento. Los 20 años posteriores fueron difíciles, debido al auge del contrabando de ganado hacia Brasil, conflictos permanentes con autoridades civiles y militares brasileñas, epidemias de viruela, tifus y disentería así como la guerra civil que finalizó en Masoller en 1904 con la muerte de General Aparicio Saravia.5​ Años más tarde, el 10 de junio de 1912 la villa fue elevada a la categoría de ciudad por la ley 4.006.

Minas de Corrales con la la central Hidroeléctrica del Cuñapirú, el pueblo Ernestina, Masoller y la Plaza Internacional son algunos de los destinos que nos posibilitarán comprender algunos pasajes claves de las Historia del Uruguay.






A 105 kilómetros de la ciudad de Rivera, Minas de Corrales nació en 1878 al instalarse en el lugar la Compañía Francesa de Minas de Oro del Uruguay, atraída por la fiebre del oro de entonces. Los primeros pobladores llegaron de Alemania, Francia, Italia, el País Vasco, Inglaterra, Argentina, Chile y Brasil. El resto de la población era oriunda del lugar.





La ganadería era asimismo una de las principales actividades. Al ser declarado pueblo, el 9 de noviembre de 1906, Minas de Corrales estaba rodeado de excelentes praderas naturales para la cría y engorde del ganado. El apogeo del oro de fines del siglo XIX y los primeros años del siglo XX finalizó en 1916, cuando la explotación se tornó poco rentable.
Al cierre de las minas, la mayoría de los extranjeros partió y la vida del pueblo decayó.