José Peraza Lavin archiva, escribe y relata como ninguno. Nació en la ciudad de Rivera el 4 de Julio de 1950. A tal punto que sus libros se mueven entre la investigación y la poesía. Aunque él reconoce que su área de producción literaria es el cuento y el ensayo, incursionando a veces en la crónica. Publicó, entre otros, los libros "La Maldición de Ralhoon" (novela corta de 1969), y "Calles de Rivera" (ensayo sobre la historia del departamento y el significado de las calles), el cual va por su tercera edición. DIARIO URUGUAY se conectó en vivo y en directo con José Peraza y conversamos de posibles llaves a otras lecturas y sobre la vida de esta ciudad fronteriza que ya no tiene en pie su patrimonio.





Ambrosio Velazco, a quien la Comisión Auxiliar de Rivera, en sesión de 11 de octubre de 1877, en oportunidad de establecer la primera nomenclatura de las calles de la villa convino llamar a la principal con su nombre "de hoy para siempre" (palabras textuales en acta respectiva). Hoy esa calle se denomina Sarandí


La ciudad de Rivera es un bosque de casas bajas, pero es también una red de calles. Aunque debemos saber que no siempre han sido tal y como las conocemos en la actualidad. Por eso queremos saber cuáles son las calles que se entre­cruzan y van en todas direcciones, enlazando cada barrio y cada casa a la agitada vida de la ciudad. O en cambio las que soportan el tráfico más in­tenso o las que trasponen las puer­tas del pueblo y se alejan por la campiña hacia otros lugares del interior del departamento. O por ejemplo, las calles más hermosas de la ciudad, y las del centro, la principal, cómo era de anima­da y flanqueada por espléndidos negocios de la época. De todo lo que curiosamente queramos saber, este hombre tiene miles de cuadras caminadas y una parte de todo aquello que has encontrado en tu camino.


Los primeros pobladores de Vichadero se establecieron entre los años 1897 y 1900, y fueron dos comerciantes: Joaquín Correa y Carlos María Broggio. Más tarde, Leodoro Caballero y Teodora Carlota Meneses ocuparon una casa de ladrillo y un rancho con techo de paja.


 



 El nacimiento de Minas de Corrales se realiza en forma diferente a los demás pueblos del departamento. Es bajo influencia de la llamada "Fiebre de Oro" y como consecuencia del informe del ingeniero Víctor L´Olivier advirtiendo de las bonanzas de riqueza de los cuarzos de Cuñapirú.